Los snacks más famosos del mundo están cambiando, y no se trata de un nuevo sabor ni de una edición especial de temporada. Esta vez, el giro es mucho más profundo. Doritos y Cheetos están a punto de presentarse como nunca antes: sin colorantes artificiales, sin sabores sintéticos y con una apariencia que rompe por completo con su identidad visual de toda la vida. PepsiCo ha decidido «desnudar» a sus marcas más icónicas y llevarlas a un territorio donde muy pocos se han atrevido: el de los snacks completamente incoloros.
La noticia es un síntoma de un cambio global. La industria alimentaria está viviendo una transformación impulsada por regulaciones más estrictas, consumidores más informados e inversionistas que presionan por productos más limpios y transparentes.
Simply NKD, la nueva línea de Doritos y Cheetos «sin color», es la respuesta de PepsiCo a un momento histórico en el que la salud, la ética de ingredientes y la apariencia de los alimentos están en el centro del debate público.

Y aunque pueda parecer un simple cambio estético, esta decisión tiene implicaciones profundas: afecta la formulación, el sabor, la percepción del consumidor, la cadena de suministro, el diseño de empaques y la estrategia comercial de una de las empresas de alimentos más grandes del planeta. Por eso esta historia no se trata solo de quitar colorantes, sino de reinventar dos marcas que prácticamente definieron la cultura del snack moderno.
¿Qué es Simply NKD?
Simply NKD es la nueva subcategoría con la que PepsiCo presenta una versión distinta de Doritos y Cheetos. Es una línea que elimina colorantes y sabores artificiales, pero mantiene los sabores clásicos que el consumidor reconoce al instante. La palabra «NKD» viene de «naked» (desnudo) porque estos productos fueron «despojados» de sus aditivos visuales y aromáticos, dejando únicamente los ingredientes esenciales.
A diferencia de la línea «Simply», que PepsiCo ya vendía desde hace años. Simply NKD no busca ofrecer un sabor diferente o más natural, sino replicar exactamente la experiencia sensorial de los Doritos Nacho Cheese, Cool Ranch y los Cheetos Puffs y Flamin´ Hot tradicionales.
La gran diferencia está en que ahora lo hacen sin los colorantes FD&C que durante décadas han definido la apariencia vibrante de este tipo de snacks.

El desarrollo fue sorprendentemente rápido: solo ocho semanas desde la concepción hasta el producto final. Un esfuerzo intensivo del I+D que reflejó una pregunta fundamental dentro de la empresa: ¿Qué sucede cuando reduces tus snacks más emblemáticos a lo esencial, sin comprometer lo que los hizo famosos?
¿Por qué PepsiCo eliminó los colorantes artificiales?
La decisión parece arriesgada, pero en realidad responde a varios factores que llevan años acumulándose. Por un lado, existe una creciente presión regulatoria en Estados Unidos. El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., junto con el movimiento «Make America Healthy Again», está impulsando una eliminación gradual de colorantes sintéticos derivados del petróleo, argumentando preocupaciones sobre salud infantil y efectos conductuales como la hiperactividad. Varios estados ya avanzaron con prohibiciones y advertencias en etiquetas.
Al mismo tiempo, los hábitos de consumo han cambiado. Las nuevas generaciones leen etiquetas, evitan ingredientes que no reconocen y quieren sentir que lo que comen es más real, más simple y transparente. No están dispuestos a renunciar al sabor, pero sí están cuestionando el porqué de lo colorantes intensos en productos donde no aportan nada nutricional.

A esto se suma la presión de los inversionistas. Elliott Investment Management, uno de los fondos más influyentes, ha pedido directamente a PepsiCo que depure su portafolio, elimine productos con bajo rendimiento y acelere la adopción de formulaciones «clean label». Y finalmente, está la competencia: General Mills, Kraft Heinz, Nestlé y Campbell´s ya han comenzado a transitar el camino hacia ingredientes más naturales.
Simply NKD es la respuesta de PepsiCo a todas estas fuerzas que convergen al mismo tiempo. Una manera de adelantarse al futuro y mostrar que incluso sus productos más icónicos pueden evolucionar sin perder su esencia.
¿Realmente saben igual? Pruebas, sabor y desarrollo
PepsiCo sabía que este lanzamiento tenía que superar una prueba brutal: el sabor debía ser indistinguible. No era negociable. Para lograrlo, la compañía recurrió a catadores profesionales y los sometió a una serie de pruebas a ciegas iluminadas con luces rojas especiales. Estas luces se usan para eliminar cualquier percepción del color del alimento, permitiendo que los evaluadores se concentren únicamente en sabor, aroma y textura.
El resultado fue contundente: Los evaluadores no pudieron diferenciar entre los productos tradicionales y sus versiones NKD. PepsiCo probó lotes, reformuló condimentos, ajustó la intensidad de especias y equilibrio el perfil aromático hasta lograr una réplica sensorial prácticamente idéntica.

Lo interesante es que incluso fuera del laboratorio, en evaluaciones mediáticas, el consenso fue similar: los productos NKD saben cómo los originales. Algunos presentadores lograron identificar cuál era cuál por el color o por ligeras pistas visuales, pero en términos de sabor, el veredicto fue que las versiones «desnudas» realmente cumplen su objetivo.
Este esfuerzo demuestra el nivel de refinamiento técnico que requiere mantener el sabor al tiempo que se eliminan componentes esenciales para el color y la percepción visual del producto.
Así se ven los nuevos snacks: ¿De verdad son incoloros?
La promesa de PepsiCo no es que los snacks sean totalmente incoloros, sino que no contengan colorantes externos. En la práctica, Simply NKD tiene un tono amarillo pálido muy similar al color natural del maíz. Es un cambio radical si se compara con el naranja intenso un Dorito Nacho Cheese o el rojo furioso de un Cheeto Flamin´ Hot.
Lo que también cambia es el residuo. En lugar del característico polvo naranja que nadie puede disimular en los dedos, los NKD dejan un rastro blanquecino mucho más tenue y menos evidente. No hay manchas, no hay pigmento que se adhiera a las manos. Este detalle, aunque pequeño, representa uno de los cambios más llamativos y simbólicos para al consumidor.

La experiencia visual, por lo tanto, es completamente distinta. Para muchos será extraño ver un Dorito que parece más un totopo que el triángulo naranja que conocen. Pero esa es justamente la intención: demostrar que el sabor no depende del color.
El nuevo empaque: estrategia de branding y diseño
Si los snacks cambiaron por dentro, el empaque tenía que comunicarlo de manera contundente. PepsiCo optó por un diseño blanco casi absoluto, con detalles mínimos de color según el sabor. La frase «Naked of dyes» aparece con protagonismo junto a una imagen del snack en su tono pálido, reforzando la idea de honestidad y transparencia. Incluso Chester Cheetah aparece sin su característico pelaje naranja, un guiño divertido que muestra que la marca sabe reírse de sí misma.
Este empaque blanco rompe por completo con el código visual de la categoría de snacks salados, donde predominan el rojo, el naranja y el negro. En un pasillo cargado de colores intensos, Simply NKD creará un bloque blanco imposible de ignorar, llamando la atención precisamente por negarse a lucir como sus competidores. Es un movimiento audaz que combina minimalismo con declaración de identidad.

Más allá de lo estético, este rediseño envía un mensaje claro: estos snacks no pretenden camuflar nada. Su apariencia simple refleja directamente la nueva lista de ingredientes que apoyan la narrativa de «clean label».
¿Es realmente un snack más saludable? Lo que sí y lo que no cambia
Aquí es importante ser totalmente sinceros. Simply NKD es un producto con menos aditivos, pero no es un snack «saludable» en el sentido tradicional. La eliminación de colorantes y saborizantes evita ingredientes sintéticos que algunos consumidores prefieren evitar, pero no cambia los aspectos nutricionales clave que realmente definen la salud de un snack.
El contenido de sodio, grasa, calorías y carbohidratos es prácticamente el mismo que en las versiones regulares. La textura crujiente, el perfil de sabor y la función del producto dentro de la dieta también permanecen igual: sigue siendo una botana indulgente para consumo ocasional.
Lo que sí es cierto es que la lista de ingredientes es más corta y clara. Se eliminan compuestos como el inosinato disódico y el guanilato disódico, y desaparecen los colorantes derivados del petróleo. Esto aporta transparencia y reduce el nivel de procesamientos adicionales necesarios para mantener el color artificial.
Es decir, es un producto más limpio, más honesto y con menos aditivos, pero no necesariamente un producto dietético o saludable. Es una versión que responde a tendencias de mercado, no una reformulación orientada a nutrición.
¿Qué implica esto para la industria global de snacks?
El lanzamiento de Simply NKD no es un simple experimento de PepsiCo; es un mensaje claro a toda la industria de los snacks. Por primera vez, dos de las marcas más reconocidas del mundo se despojan voluntariamente de los colorantes que prácticamente definieron su identidad visual. Y eso tiene un impacto profundo, porque Doritos y Cheetos no son productos marginales: son líderes de categoría, referentes culturales y un estándar en el mercado.
Su transformación acelera un cambio que ya venía formándose: el avance del “clean label”, el interés por ingredientes más simples y la presión regulatoria que está obligando a los fabricantes a replantear sus fórmulas. Cuando una marca de nicho elimina colorantes, es una tendencia. Cuando lo hace toda una corporación como PepsiCo, es una señal de que la industria completa tendrá que adaptarse tarde o temprano.
Además, estos cambios ocurren en un contexto donde los consumidores exigen transparencia. Hoy, una etiqueta limpia vende más que un color vibrante.

Y aunque históricamente los colorantes artificiales han servido como herramienta visual para diferenciar sabores y estimular el apetito, su eliminación obliga a la industria a innovar en sabor, textura, empaques e identidad para seguir siendo atractivos sin recurrir a artificios visuales.
Simply NKD marca una nueva era: la de los snacks que deben convencer por su sabor, no por su color.
Impacto en la salud: ¿por qué se están eliminando los colorantes artificiales?
El debate sobre los colorantes artificiales lleva décadas, pero en los últimos años ha ganado intensidad. No es que la ciencia haya determinado que todos son peligrosos, sino que existe suficiente evidencia para levantar preocupación pública. Estudios han sugerido que ciertos colorantes pueden exacerbar síntomas de hiperactividad o generar reacciones adversas en grupos específicos. Esto no significa que afecten a toda la población, pero sí ha sido suficiente para que varios países restrinjan su uso y que la FDA comience a estudiar su impacto con mayor detalle.
A esto se suma un elemento psicológico: el color altera nuestra percepción del sabor. Un helado rosa se siente más dulce, un refresco oscuro parece más fuerte, y unos Cheetos intensamente rojos parecen más picantes. El color, aunque no tenga sabor, le dice al cerebro “esto sabe así”, lo cual puede distorsionar la experiencia real del alimento.

Hoy estamos viviendo un momento en el que las personas cuestionan todo lo que consumen: ¿qué aporta?, ¿es seguro?, ¿por qué está ahí? Y los colorantes sintéticos, que no cumplen ninguna función nutricional, se han convertido en uno de los primeros elementos en la mira.
Por eso su eliminación responde tanto a una tendencia de salud pública como a una búsqueda de transparencia. No se trata de demonizar ingredientes, sino de ofrecer alternativas más limpias, menos procesadas y con una percepción de seguridad mayor. PepsiCo simplemente decidió adelantarse a un cambio que tarde o temprano será inevitable.
¿Qué colorantes eliminó PepsiCo exactamente?
Aunque PepsiCo no publicó una lista completa ingrediente por ingrediente, sí sabemos cuáles eran los principales colorantes sintéticos responsables del tono icónico de Doritos y Cheetos. Entre los más relevantes están:
- Rojo 40, usado ampliamente en Cheetos Flamin’ Hot y conocido por su intensidad.
- Amarillo 5 y Amarillo 6, presentes en Doritos Nacho Cheese y en los Cheetos tradicionales para reforzar el tono naranja.
- Azul 1, que se utiliza en combinaciones específicas de condimentos (como algunos perfiles de Cool Ranch).




Estos colorantes están aprobados por la FDA, pero forman parte del grupo que la Secretaría de Salud estadounidense está impulsando a eliminar gradualmente por considerarlos prescindibles.
¿Qué se usará ahora? En el caso de Simply NKD, lo más interesante es que no se está usando ningún colorante natural. Nada de paprika, nada de cúrcuma, nada de extractos vegetales. PepsiCo decidió llevar el concepto al extremo: mostrar el snack con su color real, sin maquillajes.
Sin embargo, para otros productos de la compañía, como Gatorade o Lay’s, sí se están evaluando colorantes naturales como achiote, paprika oleorresina, cúrcuma e incluso nuevas tecnologías basadas en pigmentos vegetales. NKD es, literalmente, cero colores.
¿Cambió el contenido nutricional?
Cuando se habla de reformulaciones, muchos consumidores esperan (casi de manera automática) un cambio nutricional significativo: menos calorías, menos grasa, menos sodio. Pero Simply NKD no sigue esa lógica. Su transformación no está orientada hacia un perfil “light”, sino hacia una etiqueta más limpia.
En términos prácticos, los valores clave permanecen casi intactos. Las calorías por porción, la cantidad de grasa total, el sodio y los carbohidratos se mantienen dentro del mismo rango que las versiones tradicionales. No hay una reducción sustancial que transforme a estos snacks en una opción más saludable desde el punto de vista nutricional.
La verdadera modificación está en el tipo de ingredientes, no en su aporte calórico. Se eliminaron colorantes sintéticos y algunos potenciadores de sabor, lo que hace que la lista sea más corta, más legible y alineada con las expectativas actuales de transparencia. El resultado es un producto percibido como menos procesado, pero no necesariamente con un mejor perfil nutricional.
Este matiz es importante: Simply NKD no cambia lo que el snack hace en el cuerpo, sino cómo se construye y cómo se comunica. PepsiCo no está vendiendo una “botana saludable”, sino una “botana más limpia”. Y esa distinción es esencial para entender el propósito real de la línea.
¿Por qué PepsiCo no reemplaza los Doritos originales?
El movimiento de PepsiCo es quirúrgico: introduce una nueva línea sin tocar la fórmula clásica. Esta decisión no solo es prudente, sino estratégica. Doritos y Cheetos no son simples snacks; son íconos culturales con millones de consumidores que esperan que sepan, huelan y se vean exactamente igual cada vez que abren una bolsa. Alterar la versión original habría sido un riesgo enorme para la marca.
La historia respalda esta precaución. Varias empresas han intentado reemplazar sus productos por versiones más saludables o “naturales”, y casi todas han fracasado. El caso de Trix es uno de los más recordados: al retirar los colores artificiales, el público reaccionó tan negativamente que la marca tuvo que revertir el cambio. El aprendizaje fue claro: cuando un producto es parte del imaginario colectivo, cualquier alteración profunda puede percibirse como una traición al sabor de siempre.
PepsiCo lo sabe, y por eso adopta una estrategia de coexistencia. NKD no sustituye; complementa. Se presenta como una opción adicional para quienes buscan ingredientes más simples, sin obligar a nadie a abandonar la versión clásica. Este enfoque minimiza riesgos, atrae a un público más amplio y permite medir la respuesta del mercado sin sacrificar ventas ni identidad.
En el fondo, es un movimiento que combina innovación con respeto a la tradición, algo que pocas marcas logran equilibrar con éxito.

¿Por qué Doritos y Cheetos fueron los primeros?
La elección de PepsiCo no fue casual ni arbitraria; fue estratégica y simbólica. Doritos y Cheetos son los productos donde el color no es solo un detalle, sino un elemento central de su personalidad. El naranja intenso de los Nacho Cheese o el rojo vibrante de los Flamin’ Hot son parte esencial del imaginario del consumidor, al punto de que el “polvo naranja en los dedos” se convirtió en un fenómeno cultural.
Justamente por eso, estos snacks representaban el desafío más grande. Si PepsiCo podía demostrar que eran capaces de conservar el sabor original sin el apoyo visual de los colorantes, significaba que cualquier producto del portafolio podía seguir el mismo camino. NKD necesitaba un golpe mediático fuerte, y nadie genera más conversación que un Dorito que ya no es naranja o un Cheeto que no tiñe las manos.
Además, Doritos y Cheetos funcionan como laboratorios perfectos. Son productos con una enorme base de fans, pero también con suficiente respaldo para resistir la experimentación. Cambiar primero los snacks más icónicos no solo generaba atención, sino credibilidad. Si el proyecto funcionaba con ellos, la transición sería mucho más fácil para Lay’s, Tostitos o incluso bebidas como Gatorade, que ya están en proceso de eliminar colorantes artificiales.
En otras palabras, Doritos y Cheetos fueron los elegidos porque representaban el reto máximo… y superar ese reto envía un mensaje claro: PepsiCo está lista para liderar una nueva era de snacks sin aditivos.
Un antes y un después en la industria de los snacks
Lo que PepsiCo está haciendo con Simply NKD no es un simple experimento de producto; es una declaración de intenciones. Durante décadas, Doritos y Cheetos fueron símbolos del “color” en los snacks: anaranjados, estridentes, imposibles de ignorar. Hoy, la empresa está desmontando precisamente aquello que hacía a estas marcas visualmente inconfundibles… y aun así promete que su identidad sigue intacta.
Ese gesto de renunciar al color sin renunciar al sabor marca un antes y un después. No porque los nuevos chips sean más saludables o porque se conviertan en una solución milagrosa, sino porque demuestran que incluso los productos más icónicos pueden cambiar sin perder su esencia. Simply NKD funciona como una señal de que la industria ya no puede esconderse detrás de fórmulas heredadas: los consumidores exigen transparencia, los reguladores presionan, y las empresas que no se adapten quedarán rezagadas.

PepsiCo eligió enfrentar ese panorama de frente y hacerlo con sus marcas más valiosas, y ahí reside el verdadero mérito de esta apuesta. Reformular un snack poco conocido es sencillo; desnudar a Doritos y Cheetos, no. Y aun así lo hicieron en solo ocho semanas, con una velocidad que revela urgencia, estrategia y visión empresarial.
Simply NKD no convierte a Doritos ni a Cheetos en comida “saludable”, y tampoco lo pretende. Lo que inaugura es una nueva conversación: una donde el sabor no tiene que depender del color, donde la experiencia sensorial puede reinventarse, y donde las marcas de gran escala descubren que pueden cambiar sin romper su legado.
Este movimiento será recordado, pero no pasará desapercibido. Es probable que en unos años veamos este lanzamiento como el punto donde la industria comenzó a abandonar, de forma masiva, los colorantes sintéticos. Y cuando eso ocurra, quedará claro que PepsiCo fue la primera gran empresa en atreverse a despojar a sus gigantes, literalmente, de todo lo que no era esencial.
Porque al final, eso es Simply NKD: una demostración de que, cuando lo incómodo deja de dar miedo, lo icónico puede reinventarse sin perderse.


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